“La infancia es una etapa maravillosa. No hay pasado, no hay futuro;
sólo un presente que se mira con inocencia e ilusión.” – Carla Montero
Hoy es el día internacional del niño. ¿Porque? Pues porque los niños se merecen todo lo mejor y tener una vida llena de amor, juego y despreocupación es su derecho. Son la principal fuente de alegría y esperanza de la sociedad. Pero nosotros también nos merecemos celebrar este día. Tu niño interior necesita tu atención de vez en cuando. Cuidarlo es de vital importancia para la mejora emocional y para mantener una sana autoestima. No pienses que ser un adulto y tener responsabilidades significa dejar de ser puro, auténtico, humilde y emocional.
Ese niño sigue habitando en ti, quieras o no. Te habla, pero muchas veces no lo escuchas. Él te pide amor, te pide libertad, te pide juegos y ser reconocido. En él reside toda tu autenticidad, tus ilusiones y tus deseos más profundos que para “adaptarte” o para “encajar” los has renunciado.
Te animo a que juegues con él, que te diviertas y dejes que salga su espontaneidad. Imagínate a dónde le llevarías… ¿qué querías hacer, dónde ir, qué deseabas y no pudiste tener? Puedes hacer lo que le apetezca y darle lo que desee. Sal, disfruta y olvídate por unos momentos de los problemas. Es muy importante recordar las cosas que te hacen feliz, que te hacen reír y sentirte bien. Salir de tu zona de confort y hacer lo que llevas años posponiendo o algo nuevo que te llama la atención, te abrirá el camino para un futuro mejor.
El niño interior simboliza los sueños, simboliza las ganas de aprender, de experimentar, de mirar el mundo con esperanza, y a la vez, es también esa parte de ti que necesita ser amada. No solamente por los demás, sino también por ti mismo. Recuerda que tienes derecho a soñar, a permitirte cosas, a reír, a huir de las rutinas y pedir un abrazo cuando lo necesites.
“Los hombres no dejan de jugar porque envejecen;
envejecen porque dejan de jugar.” – Oliver Wendell Holmes Jr
